Es preciso mantener una correcta limpieza de la pieza, especialmente de la unión de los bornes y los conectadores de la instalación eléctrica del vehículo para evitar la resistencia que disminuiría la eficacia y, por consiguiente, provocaría fallos en los principales sistemas electrónicos.
Como norma general, deben vigilarse varios aspectos para comprobar si es necesario la sustitución de la batería. Así, hay que revisar el estado general de la batería y del sistema de carga cada 10.000 km. También es conveniente utilizar arandelas antisulfatación en los bornes y comprobar el nivel del agua a menudo.