Lo más recomendable es examinar el sistema completo, incluyendo gomas, arandelas o muelles del tubo de escape, cada 20.000 Km. o una vez al año. En cualquier caso, si nota vibraciones, pérdida de potencia, ruidos al arrancar o emisión de humos espesos y oscuros, es momento de acudir al taller pues podría ser necesario cambiar algún componente del vehículo.
Recuerde que es fundamental que el catalizador se encuentre en perfecto estado y que el sistema de escape no tenga fugas para evitar que el consumo de combustible aumente hasta un nueve por ciento. Si el sistema no funciona adecuadamente el motor no realizará bien la combustión y los gases se expulsarán de forma incorrecta.