¿Es más seguro que los niños viajen en el sentido inverso?
Es habitual llevar en el coche a los niños en el sentido inverso de la marcha, con un Sistema de Retención Infantil (SRI) que mire hacia la parte trasera del vehículo. Además de facilitar a los padres el acceso al niño, tiene importantes repercusiones sobre la seguridad del menor pero, ¿es más seguro que viajar en el sentido inverso o en el de la marcha?
Como información adicional, y antes de entrar en materia, recordamos que el próximo 01 de octubre cambia la normativa que aclara cuándo los menores pueden viajar en el asiento delantero, entre otros cambios.
Viajar en sentido inverso: un salvavidas
Cuando un bebé o menor de 2 años viaja en el coche, hay que pensar que todavía no tiene unos órganos, músculos y huesos completamente fortalecidos. Esto implica que, en caso de accidente, el menor sufrirá un fuerte impacto de su cuerpo contra el arnés o sistema de retención hacia adelante, pudiendo provocar graves lesiones internas.
Además, ahí no acaba todo porque, ante un frenazo importante, los menores sufrirán una tensión muy elevada en el cuello al desplazarse la cabeza con fuerza hacia delante y lo mismo ocurre con las cervicales y el resto de la columna vertebral.
Todas estas fuerzas que actúan sobre el cuerpo del bebé o menor se minimizan hasta quedar reducidas al mínimo cuando un menor viajar en el sentido contrario. Esto es posible porque tanto cabeza como la columna vertebral al completo permanecen en la posición correcta y el impacto sobre el cuerpo se reparte de forma homogénea.
Compartimos dos vídeos de los tests realizados por el Real Automóvil Club de España (RACE) en los que se comprueba el efecto que tiene sobre un niño viajar en sentido normal e inverso.
Esta medida de seguridad es recomendada para todos los menores de 2 años. Se calcula que una sillita en sentido inverso a la marcha reduce el riesgo de lesiones graves hasta en un 75%.
Menores sin ningún sistema de retención infantil en la campaña de la DGT
La Dirección General de Tráfico (DGT) puso en marcha una campaña de control del uso correcto del cinturón de seguridad, prestando especial atención al colectivo de niños menores de 12 años que viajan con un sistema de retención.
El resultado de esta campaña a nivel nacional desveló que, en los 344.000 vehículos controlados, había nada menos que 206 menores que no llevaban un sistema de seguridad adecuado y 2.830 adultos.
Estos datos son preocupantes porque hay padres que no toman las medidas adecuadas pese a la peligrosidad que supone tener un accidente y no llevar un SRI adecuado. Además, esta práctica está penada con una multa de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carnet de conducir.