Cuando conducimos seguramente cometemos varios errores ya sea por malos hábitos adquiridos o por desconocimiento. Hemos elaborado un breve listado con algunos de estos malos hábitos al conducir que, ¡estamos seguros de que al menos uno lo cumples!
1. Pasar los badenes con dos ruedas
Cuando nos encontramos ante un badén o resalto en la carretera, hay muchos casos en los que alguno de los paneles que lo componen está levantado y, ¿qué hacen muchos conductores? Sí, tratan de esquivarlo pasando dos ruedas por encima del badén y otras dos por el asfalto.
Esto es un error que afecta a nuestro coche porque, aunque parece que estamos restando un impacto sobre el coche, lo que en realidad estamos haciendo como ya os contamos, es un desequilibrio en el anclaje de la suspensión ya que sólo se eleva un muelle y un amortiguador, lo que puede repercutir en daños futuros en la suspensión que podemos evitar.
2. Soltar el volante para gesticular
A veces vamos conduciendo con un acompañante y de pronto sentimos la imperiosa necesidad de reforzar nuestra conversación con algún gesto o aspaviento pero, ¿cuál es el problema? Que muchas veces al hacerlo soltamos el volante.
Esto puede hacer que por ejemplo vayamos a tomar una curva y, como estamos gesticulando, volvemos a coger rápido el volante haciendo un giro brusco. Hay casos en los que directamente se puede tener un accidente por falta de tiempo de reacción o por un volantazo que nos lleve con fuerza fuerza de la vía.
3. Cabrearnos y acelerar
No es difícil tampoco que nuestra reacción a un cabreo sea acelerar de forma desmedida sin pensar en las consecuencias que puede tener. Una discusión acalorada con algún pasajero del coche o un cabreo con algún otro coche en la carretera puede provocar esta situación. Mucho cuidado con estas situaciones porque pueden desencadenar en un accidente.
Añadimos que también a muchos conductores les pasa algo parecido pero a la inversa. Cuando están a gusto hablando de manera distendida, tienden a levantar el pie del acelerador reduciendo la velocidad, lo que puede resultar molesto para el resto de usuarios o incluso suponer un riesgo por ir a una velocidad muy inferior a la resto.
Cuidado con encenderse al volante, sea para dar énfasis en una conversación casual o también en una discusión.
4. Coger algo de la guantera
Subimos al coche, empezamos a conducir y de pronto la luz nos deslumbra y, no se nos ocurre nada mejor que coger las gafas que las tenemos a buen recaudo en la guantera.
¿Esto que provoca? Que dejamos de prestar atención a la carretera para estirarnos al máximo y llegar hasta la lejana guantera. Mientras hacemos esto, estamos dejando de ver la carretera y el volante lo estamos cogiendo con muy poco margen de maniobra.
Este caso vale para las gafas, los pañuelos o incluso un CD de música. La solución a este problema es: parar y coger lo que queremos, dejar los objetos guardados más cerca del asiento del conductor o directamente aguantarnos hasta que lleguemos a nuestro destino.
5. Dejar objetos en el salpicadero
Llegamos al coche con las manos llenas de cosas y, así sin pensarlo, decidimos dejarlo todo por donde se pueda lo que incluye también el salpicadero. Unas gafas de sol, un libro, un jersey, el móvil o cualquier otro objeto puede acabar en este lugar.
¿Qué pasa entonces? Que llegamos a una zona con tráfico y tenemos que dar un frenazo o entramos en una rotonda y entonces los objetos que habíamos dejado salen disparados para los lados o se caen sobre el asiento del copiloto con un acelerón.
En ese momento lo que hacemos es tratar de cogerlo al vuelo o reaccionar de manera que no se caiga, con lo que nos “olvidamos” del volante y de la carretera, arriesgándonos de nuevo a tener un accidente.
En verano no es difícil llevar las ventanillas bajadas, coger una rotonda y que las gafas salgan “volando” o casi por la venta. ¿La solución? Guardar las cosas en alguna zona más estable, véase el suelo del asiento del copiloto, los “pies” de los asientos traseros o incluso el maletero o poner una pegatina antideslizamiento.
6. Olvidar que los neumáticos hay que cuidarlos
Conducir un día tras otro, con cambios de temperatura y sobre todo tipo de terrenos hace que, de forma natural, lo neumáticos se desgasten y/o se desinflen. Es muy habitual no revisar la presión de los neumáticos ni el nivel de desgaste lo que supone por un lado un aumento del consumo de combustible y también una pérdida de agarre sobre el asfalto.
La presión de los neumáticos debe ser revisada, en invierno cambia la presión recomendada, para llevar los niveles en el punto óptimo. Puedes consultar nuestra tstrong>tabla de presión de neumáticos por marcas para saber el nivel recomendado para tu coche.
La banda de rodadura, como ya hemos comentado otras veces, debe tener una profundidad mínima legal de 1,6 milímetros, tanto en coche como en moto, aunque las prestaciones empiezan a reducirse a partir de los 3 mm.
